The Capture: el Gran Hermano nos engaña

La historia comienza con un exsoldado que es juzgado por un supuesto crimen cometido en el frente de batalla. La resolución de ese caso indica el camino a seguir por la trama principal: la tecnología no siempre es totalmente confiable; a veces puede engañar a nuestros sentidos.

Shaun Emery (Callum Turner) es un exsoldado acusado de haber asesinado a un combatiente durante su paso por el frente de batalla en Afganistán. Un experto en transmisiones televisivas ofrece un testimonio que prueba su inocencia, pero la alegría no dura mucho. Al poco ttiempo, Emery nuevamente es acusado de un crimen que quedó registrado en video. Esta vez, de manera aparentemente incuestionable. El circuito de cámaras de la policía que monitorea las calles de la ciudad lo muestra atacando a su abogada, luego de que ambos salieran de celebrar el fallo favorable. Shaun asegura que las imágenes no registran lo que sucedió en realidad. Como es de esperar, la policía no le cree.

Rachel Carey (Holliday Grainger de Strike) es la joven oficial de policía a cargo de la investigación. Viene de trabajar en un exitoso caso de contraterrorismo y debe probar su valía en esa nueva posición antes de poder liderar una unidad en su anterior trabajo. Rachel utiliza los recursos técnicos de su antigua posición para hurgar en el tema y seguir a Emery. Para su sorpresa, lo que en principio parece absurdo e imposible, con el correr de los episodios comienza a cobrar un poco más de sentido. Nuevos personajes entran en juego y Rachel está tras la pista de lo que podría ser una explicación de cómo fue posible alterar las imágenes.

La serie está bien realizada. Tiene intriga, acción y mucho suspenso, aunque siendo de la BBC uno tiene que aceptar que inevitablemente haya elementos de corrección política presentes. Además, es necesario aceptar la premisa de que una transmisión en vivo de circuito cerrado puede ser alterada, puesto que sin eso la serie carecería de sentido. Desconocemos las posibilidades técnicas de que esto ocurra de verdad, pero desde las revelaciones de Snowden hasta la fecha, pocas cosas nos sorprenden.